miércoles, 19 de octubre de 2011

El primer escrito.. Hacer el Amor.

Una mandíbula que se incentiva con el tacto... El incentivo mismo y creador de los movimientos de sus lenguas, besos deseados, besos robados, intercambio de sentimientos...
Una camiseta, una blusa, un sostén desabrochado por el deseo, ese deseo que persiguen los labios, ahora sus tactos juntos, ahora los dedos que besan los labios y todo el cuerpo, labios que acarician pechos y algo más...
Un barco cargado de semen que desciende por el océano de un vientre, lo cóncavo y lo convexo se unen y se desunen, dos cuerpos que se calientan y dejan al fín salir las llamas del placer, acompañado de un "Te Amo" en forma de gemido y un "Gracias por amarme" en forma de orgasmo, el orgasmo que una vez más él acaricio con sus labios...
Ella puede escucharle decir las mismas palabras, lo oye y lo escucha a la vez, él no puede hablar, se está quemando, se agita en el oído de ella queriendo decirle algo...
Dos palabras: "Te Amo" salen después, aquellas que caminan por un corazón, aunque esté agitado y tiemble esas palabras no se caen, siguen allí...
Tras horas que son como minutos para ellos, ahora quedan cenizas de esa llama, pero son cenizas vivientes, de esas que pueden arder mil veces más...
Ella dejará caer su cuerpo sobre su amado, sus senos se aplastan el pecho y pueden escuchar los latidos de su corazón, la frente de ella se besa con su boca, las manos del amante caminan por la espalda de ella...

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